viernes, 27 de junio de 2008

KIEDMA

Solo quiero escuchar tu melodía
Frágil niña que odia pero quiere amar
El perdón es tu antídoto
Mientras no olvides, más te dolerá

Soy un fantasma
Ya herí
Ya traicioné
Ya destruí lo que amaba
Ya naufragué

Si tu dolor es auténtico
Veras el amanecer
Extasiada y sin sentido
Extraña combinación
De martirio y de placer

Solo quiero abrazar tu alma rota
Con trucos de magia
En tiempos sin miedo
Por amor propio y porque te quiero
Aunque apenas tenga de ti una nota

miércoles, 25 de junio de 2008

TIEMPOS MODERNOS

Tiempos modernos. Puedes aprender espiritualidad en la tienda de la esquina que aparte de abarrote, es video club, artes marciales y yoga. Todo muy fácil de entender. ¡Aprovecha el cd promocional que viene en la caja de cereales!
Tiempos modernos. Ves las noticias y la misma caca de ayer es la de hoy pero mantiene la identidad con la de hace dos años o veinte y huele igual, mientras el conductor del informativo, con gesto adusto y mirada pretendidamente comprometida, se lanza en un discurso vacío, dictado desde el centro de control por los alcahuetes del rey, que para esto se relame el pito en alguna alberca, y jamás ve el mentado informativo.
Tiempos modernos. Millones de personas se prepararon para vivir este momento, tomaron clases en escuelas muy caras y no defraudaron a sus padres ni a sus hijos, y estos ahora están preparándose mucho para vivir el presente dentro de algunos años, en los que para ser chofer de autobús van a tener que estar licenciados de algo, sin importar de que, ya que no será importante para lo que sirvan sino que aparenten servir para algo.
Tiempos modernos. Habla la lengua de tus dueños, y míos, claro está, pues algún día tendrás que pedirles en inglés, que suelten la teta, vieja, flaca y cansada y quiten sus sucias garras de tu flácido trasero.
Tiempos modernos. Ya no se puede hacer nada original y creativo sin que te lo roben, copien en serie y alguien se haga rico con tu hermosa idea, o, por el contrario, si no te dejas, o buscas ambiciosamente una porción del beneficio, sin que tu sobre, conteniendo tu brillante parte de dios/hombre, quede cerrado, pudriéndose en algún apestoso cajón con el reluciente nombre tuyo en el remitente, por no estar recomendado por algún pez gordo.
Tiempos modernos. Los dioses por fin se han puesto a trabajar para nosotros, después de un par de miles de años teniendo que aceptarlo todo nos mandan las cosas hechas desde china.

EL BAR DEL SILENCIO

En el bar del silencio no pasa nada
Entra gente, usan lo que hay y luego salen
Pasan días, meses, años
La gente ríe y bebe algo
A veces comen

Hablan por sus celulares, eso sí, todos
Continuamente se citan allí
Es un punto de encuentro
Pero no lo es
Nadie encuentra nada allí

Todos llegan y luego se van
Todos menos Sergio
Él es el bar
El silencio del bar es de él
Ninguno de los dos sale jamás