viernes, 22 de noviembre de 2013

CENIZAS



      A veces, cuando estoy conciente de que soy fantasma, me llenan el pecho los sabores de las carcajadas, de tanta gente viva que ronda por mi calle.

       Y afloran, en una gota extraña que brota de mí, y que sin sentido, como todo lo mío, finge ser una lágrima.

       Por eso, la mezcla genética de carne y dios que mis padres ofrecieron, hoy salta con miedo de la risa al llanto, que provocas, maldito ego.

       Temor, a morir abrazado a mi fracaso, en el cielo del olvido, sabiendo que ante tí de rodillas, nunca seré liberado y siempre volverás a dejarme perdido, en el tumulto voraz de algún pueblo vacío.

Te dedico este instante en que tu vida se evapora y sólo quedan cenizas, egoístas y banales, de su paso inmerecido por el paraíso.

martes, 5 de noviembre de 2013

LA PRIMERA ETAPA




                                      Ser libre en toda la extensión.
Era evidente que si lo que yo quería era ser libre en toda la extensión de la palabra, tenía que estar enfocado completamente en el conocimiento de mí mismo. Mis miedos y manías, mis conceptos, hábitos y compulsiones debían salir a la luz. Para esto, para verme a los ojos, necesitaba mucho valor. Entre mis costumbres más arraigadas estaban la de aferrarme a la idea de cómo un hombre debía ser, y la de dejarme caer en la depresión por no serlo.
Yo no me gustaba.
Desde el presente de mi mediana edad aún sentía que debía intentarlo, que debía quererme. Si aquel sentimiento de haber conocido el paraíso y de haberlo perdido me había traído hasta aquí, y si ahora me daba cabal cuenta que necesitaba bendecir cada parte de mí mismo y esperar que lo obscuro se hiciera claro, ahí estaría yo, intentándolo totalmente entregado. Nunca había tenido un motivo para estar vivo más importante que este, mi propia salvación.
La primera etapa.
Lo primero era observar mi comportamiento general desde todos los ángulos posibles. Abrir la gama de formas en las que me componía. Desde mi estado consciente, limitado por la forma negativa de verme, hasta el inconsciente y lleno de sueños extraños, pesadillas y vivencias ensoñadas casi tan reales como las del mundo cotidiano. Mientras atestiguaba mis emociones debía continuar esforzándome para sostenerme en la vida cotidiana, para vestirme, comer y tener un sitio decente donde dormir. Debía observar con detenimiento quién era yo, y por qué pasaba confundido, triste o enojado la mayor parte del tiempo.
Un mecanismo energético.
Para lograr esto necesitaba aplicar atención en la lectura de mis sentimientos. Primero debía experimentar los sentimientos reales tal y como nacieran desde lo profundo, y luego intentar un viaje a la memoria con mi ser real, a través del tiempo. La idea era ir pintando, aclarando, ir abriendo conexiones ópticas para observar mejor los sentimientos y, si fuera posible, descubrir cómo se fueron formando.
La maqueta
De mis raíces conceptuales ha salido una gran cantidad de información, sobre todo para detectar los miedos, las fantasías y los estados de abandono destructivo, o los hábitos analgésicos para el olvido de mí mismo.
Despertar el deseo de expansión consciente.
Cuando el amor es una práctica constante, y si la intención es “despertar el deseo de la expansión”, se puede partir desde donde uno se encuentre, aunque no sea capaz de sentirlo y no nos parezca posible la producción de tales sentimientos.


lunes, 28 de octubre de 2013

COMUNICADOR:



En vista de la difícil situación que se vive hoy en la sociedad en general, el país y el mundo entero, debida a la pérdida de valores y a la sagacidad con que se ha esparcido la mentira, me veo en la penosa necesidad de hacer periodismo y opinar.
Mi esfuerzo por trabajar unas decorosas ocho horas se ha visto atropellado por la necesidad de aumentar unos ingresos que por su delgadez, me están llevando consigo en la pérdida de peso, de ambos pesos, los kilos y los dineros, que ya no valen nada, como pareciera ser que tampoco vale mi vida ni mi tiempo.
Los restaurantes se multiplican y los que trabajamos en ellos somos seres humanos, a pesar de que no sea importante para sus dueños. No es el único rubro en el que esto sucede, hablo del caso porque es el que conozco. Ni siquiera culpo a los dueños, ellos simplemente quieren enriquecerse, como casi todo el mundo en esta sociedad, ya que así hemos sido educados. Nuestro mayor logro en la vida, según las normas sociales, es hacer dinero, tanto como sea posible, y enseñar a nuestros hijos a hacer lo mismo. Nunca se nos ha dejado muy claro hasta qué punto esforzarnos ni a costa de qué, y como generalmente para los negocios no hay escrúpulos  y, como mencionaba, el dinero es nuestro mayor valor, la forma más fácil y rápida de enriquecerse y ser exitoso, es aprovechándose de los demás congéneres, de su necesidad, de su tiempo y de su esfuerzo, arrebatándoles incluso su vida entera y esclavizándolos.
Sí, la esclavitud existe. ¿Quién dice que no?
Así que, he decidido ser un periodista de opinión, debido a varios motivos.
El primero es que no quiero mentir ni fingir más, como lo he tenido que hacer en mayor o menor grado porque esto que digo pudiera ofender a mis amigos, que muchos son dueños de restaurantes y empresarios. En segundo, porque  también considero que ya es necesario. En cuanto un hombre va conociendo la “verdad”, en persona, si desea continuar en ese destino feliz, ya no puede darle la espalda y esto de escribir es más un gusto que una necesidad; o las valoro en ese orden, mejor dicho. Y tercero, no es que piense que mis opiniones vayan a cambiar la sociedad, no, quizá solo me salve yo y roce apenas mi entorno, pero voy a ser yo un poco más libre y un hombre más satisfecho y honesto, lo que me va a devolver algo que en realidad todos tenemos, pero que por miedo, creemos haber perdido, la dignidad.