viernes, 26 de septiembre de 2008

Amor-romA


Si tú regresas a mi vida, estaré dispuesto a darlo todo
Si lo doy todo, tú estarás de regreso en mi vida

Si tú no vuelves, estaré seco, vacío y no hallaré la paz
Si hallo la paz, no volveré a estar seco y vacío

Si me amas, te amo
Si te amo, me amas

Si decides que soy lo más increíble que te ha pasado, serás mi máximo
Si eres mi máximo, seré lo más increíble que te ha pasado

Si me besas, te abriré las puertas de mi corazón
Si abro las puertas de mi corazón, me besarás

Si prometes que nunca me vas a dejar solo, juro que te seré fiel
Si te soy fiel, nunca me dejarás solo

Si entras en mi vida, harás de mí un hombre feliz
Si soy un hombre feliz, entrarás en mi vida

Si lo haces, si de veras regresas a mí, ya nunca te deshonraré, doy mi palabra
Doy mi palabra que nunca te deshonraré si de veras lo haces, si regresas a mí

lunes, 15 de septiembre de 2008

EL NUEVO ESPEJO


Puse manos a la obra rápidamente y salí tras las señas del espíritu. En un abrir y cerrar de ojos me había vuelto a colocar en el centro del remolino, donde el vacío te succiona. Y me dejé llevar por la inercia del movimiento cíclico de mi debacle hasta caer frente al espejo de circo que he andado cargando todos estos años, el viejo y loco, el que siempre he usado para darme asco y verme bestial y horripilante como un monstruo. Pero esta vez pasó algo distinto, si vi el dolor, el fracaso, la derrota, el miedo y la desesperación, pero a un lado vi otro espejo, era el que reflejaba toda mi vida como en un video y en donde puede ver, incluso, la creación de aquel espejo barato y nefasto que me destruía toda vez que lo miraba. Y vi como se había formado a base de mis fracasos. Pude ver mis miedos solidificándose y en un movimiento egoísta, creando las más altas expectativas, tan altas como imposibles buscando boicotearme, haciéndome tan hinchado y gordo de un poder superficial y vano, como incapaz de pasar por el siempre pequeño orificio de mi cielo espiritual.
El espejo nuevo es más limpio y diáfano, no deforma. Qué bueno que sea pequeño y tan sólo refleje lo que siento sin deseos de cambiarlo. De alguna manera me ha vuelto a mostrar mi lado amable, donde veo lo esencial del niño que llevo adentro.

martes, 9 de septiembre de 2008

SIN AMOR PAR DAR


He comenzado a experimentar nuevamente. Se siente rico, como dicen aquí en México. Se siente bien, es como volver a vivir.
Mi extraño sistema de comportamiento aprendido está estropeado, aturdido, embobado. Me recuerda a una hoja arrugada, nunca volverá a estar lisa; o a las viejas cintas de los casettes que se quedaban atrapadas, enganchadas en los cabezales y lográbamos desprenderlas, acomodarlas de vuelta girando con un lápiz, pero no, nunca volverían a ser lo mismo, no se escucharían igual y siempre estaría el riesgo de que se enreden de nuevo. Y así era, volvía a pasar.
Así que ya perdí toda referencia de cómo debería construir mi vida. No puedo confiar en mí. Hoy llegué a la conclusión que puedo tener un actitud positiva de todas formas, ya que no todo está perdido, claro que no. Por mínimo que sea un día, es un período de tiempo extenso. A veces demasiado largo para mí. Sobre todo cuando no hay fe, fuerza o sentido. Pero eso no importa hoy, yo no importo hoy. Tal vez sea cierto y lo único que pueda hacer es amarme cual defectuoso soy, jaja, irónico, un paso más y hubiera podido creerme dios, pero no se como es el amor, mi cuerpo no lo genera.
Lo mejor es que no se me acerquen, parezco estar diciendo a todo el mundo, voy a abusar de ustedes, les voy a pedir infinitamente más de lo que yo mismo estoy dispuesto a dar. No, no se me acerquen. Si acudo a alguno de ustedes no será para ofrecer mi amor.
Aquí donde todos escriben, donde todos están mostrando sus virtudes, su capacidad de expresión, donde se dicen cosas que conmueven y hay tanta gente aportando energías, tiempo y derrochando amor, aquí, lo digo aquí y lo digo con pesar porque no quiero engañar a nadie, yo no tengo amor para dar.
Se empieza por algo ¿no?
No quiero hacer daño, nunca he querido eso, no. Incluso este acto de sinceridad no es más que un poco de amor, de mío, del seco, pero es, que ya es ganancia.
No pretendo gustar a nadie, no quiero que vean mis bondades, quiero expresar lo que soy.

jueves, 4 de septiembre de 2008

ARENA HUMEDA


Hay un niño caminando a mi lado. Sus ojos brillan cuando me mira. Quiere conversar conmigo y yo estoy disfrutando tanto de su compañía como del agua salada que choca en mis piernas. Es una mañana joven. Vamos a las rocas y venimos ¿si? me había preguntado. Y yo había pensado, a donde quieras, mi amor; pero sólo había dicho, si, con un gesto, y arrancábamos. No necesitábamos palabras. Por momentos corre sobre el espejo de agua que forma esa orilla plana, va haciendo agujeros en el agua, me cuenta, pero no puede llegar de un golpe a ver la arena, se inunda antes. Caminamos. Yo veo el mar, el horizonte. En el fondo, junto al cielo, el azul se hace más espeso. Nos encandila todo, todo es brillante, todo mágico. El niño encontró algo en la arena, un poco más adelante. Es un bicho raro. Casi prehistórico. Es un tatú de mar, le digo. Lo pone allí donde la arena está húmeda y se hunde rápidamente huyendo de nosotros, se ayuda con una patitas delanteras que son como palas que le evolucionaron en su frente. El niño no sale de su asombro. Yo lo miro a él y tampoco logro hacerlo.