viernes, 22 de noviembre de 2013

CENIZAS



      A veces, cuando estoy conciente de que soy fantasma, me llenan el pecho los sabores de las carcajadas, de tanta gente viva que ronda por mi calle.

       Y afloran, en una gota extraña que brota de mí, y que sin sentido, como todo lo mío, finge ser una lágrima.

       Por eso, la mezcla genética de carne y dios que mis padres ofrecieron, hoy salta con miedo de la risa al llanto, que provocas, maldito ego.

       Temor, a morir abrazado a mi fracaso, en el cielo del olvido, sabiendo que ante tí de rodillas, nunca seré liberado y siempre volverás a dejarme perdido, en el tumulto voraz de algún pueblo vacío.

Te dedico este instante en que tu vida se evapora y sólo quedan cenizas, egoístas y banales, de su paso inmerecido por el paraíso.

No hay comentarios.: