viernes, 30 de septiembre de 2005

DESAPARICIONES

DESAPARICIONES

...y cuando corriste a mis brazos una cosquilla me transitó por todo el cuerpo. No era como las de siempre, era como si el cielo me estuviese hablando en un lenguaje que tenía millones de años que no se utilizaba.
Dijiste:
— Tus ojos..., tus labios..., todo tú..., ¿de que planeta vienes?
Y yo contesté:
— No lo sé, creía que tú ibas a decirme eso—
Aquella tarde había estado caminando por la alameda central y como siempre, yo sentía no encajar en este mundo de gente real. Veía a los transeúntes desde una cierta distancia y como fantasma, les observaba venir, pasar por delante mío para luego continuar hasta perderse más adelante, sin siquiera haber notado mi presencia. Sólo tu piel estaba en mi memoria.
Sí, mientras me mirabas intrigada y fantasiosa me sugerías que te estuviera contemplando por tiempo indefinido, así que yo lo hacía, y pensaba… ¿acaso es un comienzo de humanidad en mi?
Después intenté hacer de tu figura algo más tangible y, ¿quién sabe por obra de que fuerzas?, al contrario de lo que esperaba, tu materia se desintegraba. Yo, para que no desaparecieras por completo, dejaba de pensar en ti; era en ese momento que tu figura volvía a aparecer, pero claro, inevitablemente mi interés pretendía hacerte real y por supuesto, tú volvías a hacerte tenue en mi memoria y casi a desaparecer.
Por fin ya no tengo deseo alguno al respecto aunque mantenga una vaga imagen de lo que eras, pero es extraño ser un fantasma enamorado de otro, ¿no?

No hay comentarios.: