OBSESIONES

Mis mañas depredadoras, una compulsión irremediable a devorar la esencia de otras personas, una sed solamente comparable a la del vampiro por la sangre. Mis deseos del paraíso, del que está más allá de este momento, del inalcanzable, del que acarrea un recuerdo en forma de futuro, de ilusión óptica repleta de fantasías eróticas, grandes pasiones y hazañas. Mi complacencia, insatisfecha eternamente cada vez que ardo en un orgasmo desolado. Mis obsesiones, egoísmos sin aparato digestivo.