Mi pensamiento me toma y posée como una enfermedad, me infecta, hace a mi mente entrar en un viaje ácido. Yo me torno improductivo a medida que alguna parte de mí comienza a enviar señales al resto de mi cuerpo cual veneno neurotóxico. Me paralizo rápidamente. Comienzo a esperar la reacción defensiva de mi organismo y esta no llega. Luego tengo fe de que pase algo. No sé que, pero confío en un poder fuera de mí.Todavía no pasará nada, aún pasarán horas antes de que mi cuerpo se relaje y vuelva a sentir. Propongo a esa fuerza externa que se haga cargo de la situación, que aproveche y saque resultados positivos para ella cuando menos, asegurándole que yo no quiero hacerlo.
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